lunes, 14 de septiembre de 2015

Quizás

¡Cuán incomprensible es el ser humano!, ¿no? Nos pasamos la vida pensando en el futuro, aguardando oportunidades que no vendrán por sí solas, posponiendo guerras internas que nadie vencerá por ti, viviendo en nuestra propia carcasa esperando temerosos que los golpes que damos no nos sean devueltos y que los que nos den, no nos duelan. El tiempo corre ante nuestra mirada impasible y nos hace perder la esperanza, nos vuelve monótonos, nos hace inventar barreras que nos impiden cambiar, llegar a ser quienes queremos ser. Porque lo importante no es quienes somos o quienes fuimos, no podemos borrar el pasado y el presente es, aunque nos cueste admitirlo, casi pasado. Aquello que realmente es trascendental es lo que seremos, aquello a lo que aspiramos. ¿Cuántos ejemplos de personas que se arrepienten de su pasado, de todas aquellas cosas que no se atrevieron a hacer por miedo conoces? Quizás hasta tú, querido lector, seas una más de tantas. Y sí, he dicho por miedo y lo recalco una y otra vez: por miedo, por miedo y por miedo. Por miedo a la respuesta de la sociedad, por miedo a caer, por miedo a equivocarte, por miedo a fallar, por miedo a olvidar, por miedo a recordar... Cuando lo único a lo que debemos temer es a nuestra persona, porque todos tus temores son tuyos, creados por ti, aunque no lo reconozcamos. ¡Cómo nos encanta obviar la evidencia! ¡Nuestra cómoda burbuja! Y de ahí, que no nos muevan. Quizás un día cambiemos, quizás un día recordemos nuestra capacidad de reconstruirnos, quizás un día cometamos errores y nos demos cuenta de que también podemos superarlos y aprender, quizás un día seamos conscientes de que lo que importa es la imagen que tú mismo tienes de ti, quizás un día creamos firmemente en mejorar el mundo y lo logremos, quizás un día nos percatemos de que todo está en nuestras manos. Quizás un día nos demos cuenta de que son las acciones de hoy las que marcarán nuestra dicha, o quizás, nuestra infelicidad; pero que si no lo intentamos nunca lo sabremos. Mientras tanto, Tempus fugit.


“En veinte años estarás más desilusionado por las cosas que no hiciste que por las cosas que hiciste.  Así que suelta las amarras.  Navega lejos de la seguridad del puerto.  Atrapa los vientos favorables en tus velas.  Explora.  Sueña.  Descubre.” ~ Mark Twain




No hay comentarios:

Publicar un comentario