La
playa
La suave brisa de agosto me acariciaba
mientras paseaba por la cálida arena, rozando las tibias aguas de
aquella maravillosa isla tropical cuando, empecé a escuchar unas
fuertes pisadas que provenían del interior de la selva. Cada vez
estaban más cerca. El tiempo se detuvo, me quedé petrificado. Un
dinosaurio T-Rex se abalancaba sobre mí, comencé a gritar y saqué
fuerzas para intentar huir. En vano, pues sabía que había llegado
mi fin. Las fuerzas empezaban a fallarme. Cerré los ojos y esperé
atemorizado mi muerte entre las fauces de aquel inesperado monstruo.
¡Corten! Suspiré. El rodaje había salido a la perfección.
Pequeño y emotivo......felicidades
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Saludos.
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